lunes, 14 de octubre de 2013

Los Bonobos y su Relación con las Emociones Humanas

El primatólogo Frans de Waal en su último estudio realizado en conjunto con Zanna Clay y publicado en la revista `Proceedings of the National Academy of Sciences´ muestra como los bonobos (Pan paniscus) aprenden a gestionar sus emociones de una manera muy parecida a como lo hacen los niños humanos. De manera espontánea ofrecen consuelo a otros miembros de su grupo que se muestran alterados tras verse involucrados en una situación angustiosa o peligrosa.
El Pan paniscus es uno de nuestros parientes más cercanos, con ellos compartimos el 98,7% de nuestros genes. Además, se le considera un animal más tolerante y pacifico que otros grandes simios. Adicionalmente los bonobos suelen mostrar empatía hacia otros miembros de su grupo, tanto si son parientes como si no lo son.
Estos científicos estudiaron tanto la forma en que los bonobos controlan sus propias emociones como su reacción cuando son otros miembros de su grupo los que se llevan un disgusto. Pudiendo comprobar que aquellos individuos que recobraban la calma rápidamente eran también los que mostraban más empatía hacia sus compañeros. Una empatía que trasmitían intentando calmarlos a través del contacto físico, por ejemplo abrazándolos y besándolos.
Comparando el comportamiento de bonobos huérfanos y no huérfanos se ha concluido que aquellos que habían pasado su infancia con su madre recobraban antes la calma tras un disgusto y mostraban mayor empatía hacia otros que los bonobos huérfanos de cualquier edad.
Los científicos creen que el papel de la madre es crucial a la hora de gestionar las emociones y aprender habilidades sociales. “Cualquier similitud fundamental entre humanos y bonobos probablemente se remonta a su último ancestro común, que vivió hace alrededor de seis millones de años”, explica Frans de Waal.
De Waal sostiene que los estudios sobre las emociones animales pueden aportar información valiosa sobre la sociedad humana.

Referencia
De Waal, F. y Clay, Z. (14/10/2013). Los Bonobos Aprenden a Gestionar sus Emociones como los Niños Humanos. Madrid: El Mundo


Dr. Félix Piñerúa Monasterio