lunes, 17 de septiembre de 2012

Las Diosas en la Psicología Masculina


En la psicología profunda las diosas representan las potencias arquetípicas que influyen en el hombre desde el inconsciente. Su efecto sobre el hombre es más sutil pero no menos profundo que el de los arquetipos masculinos. Para ilustrar esto recurriremos a la mitología griega y así tenemos que Afrodita conmueve  al hombre y le inunda  de anhelo amoroso. El hombre se siente arrastrado por la energía arquetípica que la diosa simboliza para buscar la unión con la amada. Si el hombre es particularmente inconsciente la diosa se manifestará a él en el nivel más bajo y groseramente libidinoso. En el nivel más alto, utilizará su poder para impulsarle a la unión con la Divinidad. Si el hombre niega esa energía interior ésta le atormentará más y más, manifestándosele con obsesiones sexuales, ansiedad o depresión. Para algunos hombres Afrodita representa el arquetipo psicológico más importante y hasta cierto punto todos los hombres gravitan hacia el mundo de lo femenino.
Hera significa el arquetipo que defiende, conserva y protege todas las instituciones sociales y que presta coherencia al orden social y que abarca y perpetúa los más altos valores sociales.
Un hombre en el cual prevalece Hera se sentirá atraído por el orden social y su preservación. La institución del matrimonio será importante para él debido a los valores que alimenta y protege, aunque  su relación actual con su esposa pueda tener poca intimidad y profundidad.
Los hombres en quien predomina Artemisa son constantes y dignos de confianza en sus relaciones, aunque algo distantes. El área especial de su relación no es el mundo de la sexualidad y el deseo, sino un firme y duradero compañero.
En Demeter su provincia también es el amor, aunque para los niños más que para los amantes. En un hombre en el que Demeter es una poderosa influencia sentirá una inclinación hacia los niños, será un padre amante y fiel, y protegerá y alimentará a todos los seres jóvenes y desvalidos.
Para Hestia es agradable llevar una vida sencilla y casi invisible. En un hombre la diosa personifica ese instinto que le retira del mundo y que le inclina a procurar  seguridad y comodidad a los sentimientos y al hogar. Encuentra satisfacción disfrutando de los placeres sencillos.
Atenea es la inteligencia y el consejo prudente, un conocimiento de las cosas prácticas, y pensar con rectitud. En un hombre, Atenea personifica la capacidad para vivir con más grandeza de lo que es usual; tenderá a ser heroico, tendrá inventiva y se inclinará por los logros culturales.

Referencia
Sanford, J., y  Lough. G. (2005). Ser Hombre. Barcelona: Kairós.

Dr. Félix Piñerúa Monasterio