En la psicología profunda
las diosas representan las potencias arquetípicas que influyen en el hombre
desde el inconsciente. Su efecto sobre el hombre es más sutil pero no menos
profundo que el de los arquetipos masculinos. Para ilustrar esto recurriremos a
la mitología griega y así tenemos que Afrodita
conmueve al hombre y le inunda de anhelo amoroso. El hombre se siente arrastrado
por la energía arquetípica que la diosa simboliza para buscar la unión con la
amada. Si el hombre es particularmente inconsciente la diosa se manifestará a
él en el nivel más bajo y groseramente libidinoso. En el nivel más alto,
utilizará su poder para impulsarle a la unión con la Divinidad. Si el hombre
niega esa energía interior ésta le atormentará más y más, manifestándosele con
obsesiones sexuales, ansiedad o depresión. Para algunos hombres Afrodita
representa el arquetipo psicológico más importante y hasta cierto punto todos los
hombres gravitan hacia el mundo de lo femenino.
Hera
significa el arquetipo que defiende, conserva y protege todas las instituciones
sociales y que presta coherencia al orden social y que abarca y perpetúa los
más altos valores sociales.
Un hombre en el cual
prevalece Hera se sentirá atraído por el orden social y su preservación. La institución
del matrimonio será importante para él debido a los valores que alimenta y
protege, aunque su relación actual con
su esposa pueda tener poca intimidad y profundidad.
Los hombres en quien
predomina Artemisa son constantes y
dignos de confianza en sus relaciones, aunque algo distantes. El área especial
de su relación no es el mundo de la sexualidad y el deseo, sino un firme y
duradero compañero.
En Demeter su provincia también es el amor, aunque para los niños más
que para los amantes. En un hombre en el que Demeter es una poderosa influencia
sentirá una inclinación hacia los niños, será un padre amante y fiel, y
protegerá y alimentará a todos los seres jóvenes y desvalidos.
Para Hestia es agradable llevar una vida sencilla y casi invisible. En un
hombre la diosa personifica ese instinto que le retira del mundo y que le
inclina a procurar seguridad y comodidad
a los sentimientos y al hogar. Encuentra satisfacción disfrutando de los
placeres sencillos.
Atenea es
la inteligencia y el consejo prudente, un conocimiento de las cosas prácticas,
y pensar con rectitud. En un hombre, Atenea personifica la capacidad para vivir
con más grandeza de lo que es usual; tenderá a ser heroico, tendrá inventiva y
se inclinará por los logros culturales.
Referencia
Sanford, J., y Lough. G. (2005). Ser Hombre. Barcelona: Kairós.
Dr. Félix Piñerúa Monasterio