A menudo, los trastornos en
el lenguaje oral (afasias) se asocian con defectos en la habilidad para leer
(alexias), escribir (agrafia) y hacer cálculos numéricos (acalculias).
Alexia se refiere a una
alteración en la lectura, y puede definirse con una pérdida parcial o total de
la capacidad para leer por efectos de una lesión cerebral. Por el contrario, la
dislexia se define como “un
trastorno que se manifiesta en una dificultad para aprender a leer, aunque haya
una instrucción previa, inteligencia normal, y un medio sociocultural adecuado;
la dislexia es, entonces un defecto cognitivo fundamental, con frecuencia de
origen constitucional”. Por alexia literal se entiende una dificultad relativa
para leer (denominar) las letras del alfabeto. La alexia verbal es la
imposibilidad de leer palabras (en voz alta y para su comprensión).
Es posible distinguir cuatro
formas básicas de alexia: alexia parieto-temporal, alexia occipital, alexia
frontal y también espacial (asociada con lesiones del hemisferio derecho).
Alexia
Parieto-Temporal
Se caracteriza sobre todo,
por la presencia simultánea de alexia y agrafia. Hay problemas evidentes, tanto para leer en voz alta como
para leer en silencio. Asimismo, el paciente es incapaz de reconocer las
palabras deletreadas en voz alta, lo cual implica una alteración en el
conocimiento de los códigos del lenguaje escrito.
El defecto de la escritura
es igual de grave. Aunque el sujeto llegue a escribir algunas letras o
combinaciones de letras, no podrá formar palabras. De igual manera, la escritura
y la lectura de números están alteradas.
El examen neurológico puede
ser normal. Algunas veces puede hallarse alguna hemiparesia (disminución de la fuerza motora o parálisis parcial que
afecta un brazo y una pierna del mismo lado del cuerpo. Cuando se afecta el rostro y la cabeza la debilidad motora puede o no ser fácilmente
evidente) transitoria. Con frecuencia hay pérdida sensorial del
hemicuerpo derecho, y una cuadrantanopsia (ceguera que afecta a un cuarto del campo visual) inferior
derecha.
La alexia con agrafia se
relaciona con lesiones de la circunvolución angular izquierda y de las áreas
adyacentes.
Alexia
Occipital
En esta alexia hay
trastornos en la lectura pero se conserva la habilidad para escribir. Casi todos
los pacientes pueden reconocer algunas palabras comunes, como su propio nombre,
el nombre de su país y otros vocablos familiares a ellos. Puede leer números
compuestos por varios dígitos, y hace una lectura parcial de la mitas izquierda
(así, al tratar de leer 5896 lee 58).
La gran mayoría de los
pacientes presentan una hemianopsia (ceguera que afecta únicamente a la mitad del campo visual) homónima
derecha. El daño cerebral se ubica en torno a la región occipital medial
inferior, afectando casi siempre la circunvolución fusiforme y lingual, así
como el segmento posterior de la vía genículo-calcarina. Es posible que el
esplenio del cuerpo calloso se encuentre también afectado. La anomia al color y
la hemiacromatopsia pueden incluirse en el síndrome.
Alexia
Frontal
Esta alexia se acompaña de
agrafia, pues las letras son deformes y hay errores en el deletreo. El paciente
puede copiar algunas palabras, pero su elaboración es particularmente pobre, e
incluso en esta caso, tiende a omitir letras y elementos gramaticales.
Alexia
Espacial
La alexia espacial se
observa en caso de lesiones retro-rolándicas del hemisferio derecho; en cuanto
a las lesiones pre-rolándicas, estas no suelen ser tan evidentes aunque se observan también dificultades
espaciales en la lectura. En general se lee en forma correcta el morfema final
de la palabra (como “recreación”→ “creación”) partiendo la palabra no por la
mitad sino en una unidad significativas. Las palabras tienden a completarse y
en consecuencia el paciente confabula con
su mitad izquierda (como papel →pincel). En ocasiones se fragmenta cada palabra
de una frase, pero ésta se completa (así “el niño llora” se lee como “el baño
de la cara”; el sujeto sólo lee “el ño ra” y completa el resto de la oración). Existe
además un impedimento para reconocer los signos de puntuación y seguir el ritmo
que marcan.
Referencia
Ardila, A. y Rosselli, M.
(2007). Neuropsicología Clínica.
México: Manual Moderno.
Dr. Félix Piñerúa Monasterio