viernes, 17 de febrero de 2012

Teorías Psicoanalíticas Sobre el Desarrollo de la Personalidad II


Anna Freud trabajó con niños y adolescentes y estaba más interesada en la parcela que ocupa el ego en las dinámicas de la psique. Esta atención en el ego se conoció como psicología del ego.
Describió cómo los cambios físicos de la adolescencia iban acompañados de un incremento tales como la pulsión sexual, que daba como resultado un desequilibrio entre el ello y el ego. La adolescencia era, por naturaleza, una interrupción del crecimiento tranquilo. Es normal para un adolescente comportarse, por un espacio de tiempo considerable, de una manera inconsciente e impredecible. Anna Freud considera estas fluctuaciones entre los extremos como indicios del desarrollo normal. La adolescencia fue considerada como un período de gran incertidumbre sobre el estudio del self. Todo lo relativo a la identidad, subconscientemente impregnan todo lo que hacen. Para recuperar el equilibrio psicológico, el adolescente se enfrenta a la tarea de equilibrar los deseos instintivos del ello contra las demandas sociales del yo.
Para Anna Freud los objetos pueden ser personas, partes de una persona (como el pecho de la madre) o un artículo de apego. Las variantes en la teoría de las relaciones con el objeto tienen en común el valor que depositan en el rol de las relaciones interpersonales en el desarrollo de la personalidad. La teoría de las relaciones con el objeto considera que la personalidad está formada por particularidades reales y percibidas (estas últimas también denominadas fantasías) y por encuentros circunstanciales. A través de las experiencias de interacción con los demás, las relaciones externas forman parte de nosotros, encasilladas como “objetos internos”.

Referencia
Simanowitz, V. y Pearce, P. (2006). Desarrollo de la Personalidad. Madrid: Mc Graw Hill.

Dr. Félix Piñerúa Monasterio

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